La gimnasta, de padres extremeños, apoya la candidatura que promueve que el Puente de Alcántara sea declarado Patrimonio de la Humanidad.
Almudena Cid vuelve a sus raíces tras convertirse en la única gimnasta del mundo que ha disputado cuatro finales olímpicas consecutivas. La deportista vitoriana de ascendencia extremeña acaba de aterrizar en España con la agenda cargada de actos. El primer compromiso lo tenía ayer en el pueblo de su madre, Alcántara, la localidad cacereña de 1.700 habitantes donde Almudena solía pasar los veranos de su infancia. «Me acuerdo del calor que pasaba en vacaciones cuando subía a la terraza de casa para entrenar», rememora. En Alcántara Almudena es algo más que la reina del tapiz. Es la nieta de Fernando Tostado, de 86 años, artista local y guarda forestal retirado. Su nieta le adora.
Almudena ha hecho historia en el olimpismo. Y Alcántara quiere que la Unesco reconozca la historia de su puente romano. Por eso, el Ayuntamiento ha pedido a la gimnasta que preste su apoyo para que la construcción, con más de 2.000 años de antigüedad, sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Almudena aceptó la invitación encantada y prometió que se convertiría en embajadora de la candidatura cuando terminaran los Juegos Olímpicos de China. Dicho y hecho. Almudena Cid regresó de Pekín el jueves por la noche y ayer se desplazó hasta Alcántara para cumplir su promesa. «El puente romano me sigue sorprendiendo como el primer día. Es grandioso, precioso y maravilloso. Por eso, tenemos que conservarlo. Para mí es el símbolo de Extremadura», asegura la deportista.
Ella conoce el puente desde que era una niña pero su novio, el presentador de televisión Christian Gálvez, lo descubrió ayer. «Le ha encantado», apostilla Almudena Cid. La pareja pasará el fin de semana en familia. Anoche, Cid se desplazó hasta la vecina localidad de Mata de Alcántara para ser galardonada con la ‘Tenca de Oro’, premio con el que la Mancomunidad de municipios Tajo-Salor reconoce a los extremeños que divulgan la cultura de la región por España y el resto del mundo.
La gimnasta dejará hoy Alcántara y pondrá rumbo a Barcelona para ver a su entrenadora. Quiere tomarse unos días de descanso y, después, emprender una nueva etapa profesional. Aunque no entra en detalles, confiesa que le atraen proyectos relacionados con la televisión y el espectáculo. De momento, prevé trasladar su residencia de Barcelona a Madrid. A sus 28 años, Almudena Cid ha dicho adiós al mundo de la competición en Pekín. Besó el tapiz, dibujó un corazón en el suelo y se despidió.
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