Las Crónicas de Torres Tapias recogen que la Villa fue conquistada definitivamente a los musulmanes el 17 de enero de 1213, festividad de San Antón Abad; en honor a este santo se erigió esta ermita.
Formaba parte de una antigua enfermería que era atendida por la Orden Franciscana. En la actualidad es una vivienda particular, aunque conserva algunas dependencias conventuales.
Barrantes Maldonado, en el siglo XVI menciona las rentas de "yerba" de varias dehesas a favor de la ermita de San Antón.
La portada, adornada por el escudo franciscano que representa las cinco llagas de Cristo circundadas por el cordón de esta orden, está rematado por la corona real de Enrique IV.
Consta de una sola nave y una sacristía. La obra es de construcción sencilla con arcos de medio punto y bóvedas de arista.
Del arte mobiliar se pueden destacar dos tallas, un San Antonio de Padua y un Cristo de la escuela castellana.